Montessori y la neuropsicología
Consultorio Integral de Psicología y Neuropsicología
El enfoque Montessori es una metodología eficaz que favorece el desarrollo integral de niñas y niños, desde los primeros días de nacidos hasta la adolescencia.
Por Larisa Castañeda
Montessori en la atención temprana, las neurociencias y el desarrollo infantil
La conexión entre el enfoque Montessori y las neurociencias ha ganado atención en los últimos años, pues ambas disciplinas se centran en el desarrollo óptimo del cerebro infantil. El método Montessori, creado por la doctora María Montessori, es una pedagogía basada en la observación del niño y su entorno promoviendo su autonomía y aprendizaje a través de la acción. Las neurociencias estudian cómo el cerebro se desarrolla, cómo aprenden los niños y qué influye en su desarrollo cognitivo, emocional y social. Al combinar estos dos campos se puede entender mejor cómo los principios Montessori apoyan el desarrollo cerebral y las habilidades de los niños.
El impacto de la estimulación temprana en el cerebro
Las neurociencias han demostrado que el cerebro infantil es increíblemente plástico en los primeros años de vida, es decir, tiene una gran capacidad para reorganizarse y adaptarse a nuevas experiencias. La estimulación temprana forma parte del enfoque Montessori, que se basa en proporcionar un ambiente rico en experiencias, favoreciendo el desarrollo de las conexiones neuronales.
Montessori enfatiza la importancia de un ambiente preparado donde los niños puedan interactuar con materiales que les permitan explorar, descubrir y aprender de manera autónoma, estas experiencias que estimulan múltiples sentidos son fundamentales para el fortalecimiento de las redes neuronales especialmente en áreas como la motricidad fina, el lenguaje, la cognición y la percepción.
La estimulación temprana que se aplica en los primeros años de vida, juega un papel crucial en la formación de las bases cognitivas, emocionales y sociales de los pequeños.
Aprendizaje autodirigido y la neuroplasticidad
La neuroplasticidad es otro concepto clave en las neurociencias que explica cómo las experiencias y el aprendizaje pueden modificar la estructura cerebral. El enfoque Montessori fomenta el aprendizaje autodirigido, lo cual permite a los niños tomar decisiones sobre sus actividades y desarrollar habilidades de resolución de problemas. Este tipo de aprendizaje es especialmente eficaz para activar áreas del cerebro relacionadas con la toma de decisiones, la memoria y el control ejecutivo. Los niños en un entorno Montessori aprenden a través de la repetición y la práctica, lo que contribuye a la consolidación de las conexiones neuronales a través de la experiencia directa.
El desarrollo emocional y social en Montessori
Las neurociencias también nos enseñan que el desarrollo emocional y social está estrechamente vinculado al bienestar cerebral. Los niños que tienen un entorno que promueve la seguridad emocional y el respeto por sus necesidades tienen más posibilidades de desarrollar habilidades emocionales y sociales sólidas. Montessori pone un gran énfasis en el respeto mutuo, la empatía y la resolución pacífica de conflictos, elementos que son fundamentales para el desarrollo de la corteza prefrontal, la región del cerebro responsable del autocontrol, la empatía y la toma de decisiones morales.
La importancia del ritmo individual
Otra coincidencia entre Montessori y las neurociencias es la importancia de respetar el ritmo individual de cada niño. Según las neurociencias, cada cerebro se desarrolla a su propio ritmo, por lo que forzar a los niños a aprender a un ritmo que no corresponde con su madurez neuronal puede generar estrés y dificultar el aprendizaje. Montessori destaca la importancia de observar a cada niño para adaptar las actividades a sus necesidades y su etapa de desarrollo, lo que está en perfecta armonía con lo que las neurociencias sugieren para un aprendizaje efectivo.
La atención temprana es fundamental para el desarrollo infantil, y cada vez más se reconoce su impacto positivo en las primeras etapas de la vida. El enfoque Montessori ha demostrado ser una metodología eficaz que favorece el crecimiento integral de los niños, desde los primeros días de nacidos, preescolar, y la educación primaria .
La estimulación temprana que se aplica en los primeros años de vida, juega un papel crucial en la formación de las bases cognitivas, emocionales y sociales de los pequeños. En la etapa pre maternal o infantil, la estimulación adecuada favorece la construcción de conexiones neuronales que facilitarán el aprendizaje en etapas posteriores, periodo vital para el desarrollo de habilidades motoras, lenguaje y cognición. Montessori se adapta perfectamente a esta necesidad. Este enfoque, basado en la autodirección y el respeto por el ritmo de cada niño, permite que los pequeños desarrollen confianza en sí mismos, habilidades de resolución de problemas y una gran capacidad de concentración.
A medida que los niños crecen y pasan al nivel preescolar, primaria o secundaria, la aplicación de Montessori sigue siendo fundamental. El ambiente preparado y las actividades diseñadas según este método fomentan la autonomía, la creatividad y la toma de decisiones. Montessori promueve el aprendizaje académico y las habilidades sociales y emocionales, aspectos cruciales para el desarrollo integral de los niños.